Microrrelatos

Hace varias semanas una amiga me avisó de un concurso de microrrelatos de hasta cien palabras. Escribí un par (de microrrelatos, no de palabras) y los envié. Es material que me gustaría publicar aquí, pero las bases exigen que sean trabajos inéditos, blogs incluidos.
Así que inspirado por la limitación a cien palabras, y en vista de que los resultados del concurso se darán "dentro" de 2011 (¡lo que puede ser "dentro" de más de un año!), escribí la entrada anterior para publicarla en el blog.

El premio del concurso son 7.000 euros, y se aceptan relatos en inglés, árabe y hebreo, además de en español. Y no sé cuántos cuentos esperan recibir, pero me extrañó un poco que con semejante premio y después de meses de abierto el concurso, alargaran el período de recepción tres semanas más. Quizá es que quieran en esta segunda edición superar a la primera, en la que recibieron 3.682 microrrelatos.

El relato ganador de esa edición y otros 150 seleccionados se publicaron en un libro, que se puede descargar gratis en pdf aquí. Lo he estado leyendo y la verdad es que casi todos los cuentos están muy bien. Recomiendo su lectura, y dejo aquí un adelanto de lo que te puedes econtrar:


Las historias que escribo, por José Antonio Palomares
Todo el mundo sabe que yo solo escribo sobre lo que he vivido. Es lo que digo a los periodistas: por eso me hice marino mercante, por eso me infiltré en los bajos fondos, por eso durante algún tiempo fui boxeador. Por eso escribí novelas sobre marineros, el lumpen, los boxeadores mediocres. Y por eso cuando vi a mi mujer sosteniendo mi última novela recién publicada, Infiel, y en la otra mano una escopeta con la que me apuntaba al estómago, supe que tenía problemas.
—Ahora podrás escribir historias de fantasmas —dijo furiosa mientras disparaba.
Y eso hago.


Se encontró una puerta, por Javier Arriero Retamar
Se encontró una puerta tirada en la calle. Le dio pena.
La recogió y le hizo una habitación.
Ahora vive dentro de ella.

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